jueves, 8 de febrero de 2018

PRIMERA REPÚBLICA: Presidencia de Nicolás Salmerón (julio-septiembre de 1873)

NICOLÁS SALMERÓN
por Federico Madrazo y Kuntz (1879)
Tras la dimisión de Pi i Margall, las Cortes eligieron tercer presidente de la República por 119 votos a favor y 93 en contra a NICOLÁS SALMERÓN, un republicano federal moderado partidario del desarrollo legal del nuevo Estado y contrario al desorden revolucionario. 
El mismo día del nombramiento de Salmerón, los intransigentes incrementaron sus acciones revolucionarias demostrando así que no confiaban que la República Federal pudiera establecerse "de arriba a abajo" por parte del nuevo gobierno, incluso el 30 de junio llegaron a nombrar un gobierno paralelo, un "gobierno provisional de la federación española" dirigido por Roque Barcia.  
De hecho, Salmerón se había propuesto acabar con los carlistas y los cantonalistas para lo que no dudó en poner el Ejército en manos de militares contrarios a la República como el general Manuel Pavía, que se dirigió a Andalucía para controlar los cantones rebeldes, y al general Arsenio Martínez Campos, que se dirigió a Levante. Además nombró en las provincias a delegados del gobierno con atribuciones ejecutivas, movilizó a los reservistas, aumentó los efectivos de la Guardia Civil y declaró piratas a los barcos sublevados en el catón de Cartagena, permitiendo que fueran apresados por las armadas extranjeras.  
Salmerón se sintió presionado por los militares. Por una parte, el general Pavía pretendía entrar en Málaga, último cantón andaluz que resistía a finales del verano, pero el gobierno había establecido una pacto tácito con el gobernador civil de aquella ciudad por el cual la ciudad, aun considerándose independiente, reconocía la autoridad del gobierno republicano a cambio de que Pavía no entrara en ella pero éste terminó por salirse con la suya; primero detuvo a los jefes cantonalistas en Bobadilla y luego entró con sus tropas en Málaga. Por otra parte, los militares pidieron el restablecimiento íntegro de las ordenanzas militares, lo que incluía la pena capital para los soldados que se rebelasen o atentasen contra sus mando. Las Cortes aprobaron la petición con oposición de Salmerón, opuesto a la pena de muerte. El 5 de septiembre le presentaron a Salmerón la sentencia de muerte de cinco soldados que en Barcelona se habían pasado al bando carlista. Antes que firmar las sentencias, Salmerón prefirió presentar su dimisión.
En ese momento sólo quedaba un cantón rebelde, el de Cartagena, que resistiría hasta enero del año siguiente.  

PRIMERA REPÚBLICA. Presidencia de Pi i Margalll (junio-julio de 1873)

Tras la dimisión de Figueras, las Cortes Constituyentes eligieron como segundo presidente de la República a RAMÓN PI I MARGALL. Su programa de gobierno se basaba en:
  • Acabar con la sublevación carlista
  • Radical separación entre Iglesia y Estado
  • Abolición de la esclavitud 
  • Reformas laborales a favor de niños y mujeres
  • Jornada laboral de 8 horas
  • Enseñanza obligatoria y gratuita
  • Devolución a los pueblos de las tierras comunales arrebatadas por la desamortización de Madoz
  • Cesión de tierras en enfiteusis a colonos, recogiendo así el proyecto  de reforma agraria y tributaria que Flórez Estrada había contrapuesto a la desamortización de Mendizábal.
No pudo lograr ninguno de estos propósitos ya que su gobierno no llegó a durar más de un mes. En principio formó gobierno con ministros que representaban a todos los grupos parlamentarios pero la acción de los intransigentes, dentro del gobierno y en la cámara, terminó por bloquear su capacidad de gobierno ya que exigían reformas demasiado radicales y revolucionarias. Pi logro presentó ante las Cortes Constituyentes una propuesta para poder elegir a sus ministros libremente, lo que le permitiría deshacerse de los intransigentes y contar con el apoyo de ministros del grupo de federales centristas o moderados de Salmerón y Castelar. La oposición de los intransigentes siguió siendo feroz, incluso pretendían que las Cortes se constituyesen en Convención y que asumiera el poder ejecutivo. 

Además de los mencionados más arriba, el principal objetivo de Pi i MArgall era la aprobación por las Cortes Constituyentes de una Constitución federal lomas rápido posible. El texto constitucional debía ser la base sobre la que se construyese "de arriba a abajo" la República federal, es decir, mediante reformas legales aprobadas en las Cortes y aplicadas por el gobierno. Así el 16 de junio se constituyó una comisión parlamentaria de 25 miembros que debía presentar un texto para su debate. Esta comisión presentó al día siguiente un proyecto de Constitución Federal de la República Española, cuya  redacción se atribuye a Castelar y que se desarrolla a lo largo de 117 artículos organizados en 17 títulos. En su primer artículo fijaba lo siguiente:

"Componen la Nación Española los Estados de Andalucía Alta, Andalucía Baja, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Cataluña, Cuba, Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, Puerto Rico, Valencia, Regiones Vascongadas. Los Estados podrán conservar las actuales provincias o modificarlas, según sus necesidades territoriales."

Estados federales en la Constituciñon de 1873, más Cuba y Puerto Rico
Estos estados tendrían una “completa autonomía económico-administrativa y toda la autonomía política compatible con la existencia de la Nación”, así como “la facultad de darse una Constitución política” (artículos 92º y 93º).

El proyecto de Castelar se basaba en una rígida separación de poderes, todos electivos:
  • El poder legislativo estaría en manos de las Cortes Federales, que se compondrían de dos cámaras: Congreso y Senado, siendo el Congreso una cámara de representación proporcional con un diputado “por cada 50.000 almas” que se renovaría cada dos años, y el Senado, una cámara de representación territorial siendo elegidos cuatro senadores por las Cortes de cada uno de los Estados.
  • El poder ejecutivo sería ejercido por el Consejo de Ministros, cuyo presidente sería elegido por el Presidente de la República. Los diputados y senadores, por su parte, no podían formar parte del Gobierno, ni éste asistir a las reuniones de las Cámaras.
  • El poder judicial residiría en el Tribunal Supremo Federal, que se compondría de tres magistrados por cada Estado de la Federación (artículo 73º) que nunca serían elegidos por el poder ejecutivo ni el poder legislativo. Además, establecía que todos los tribunales serían colegiados y la institución del jurado para toda clase de delitos.
  • El poder de relación sería ejercido por el Presidente de la República Federal cuyo mandato duraría cuatro años, no siendo inmediatamente reelegible, como dice el artículo 81º del proyecto.

En cuanto a los derechos y libertades, el proyecto fue una continuación del Título I de la Constitución de 1869, aunque introducía algunas innovaciones significativas, como la separación definitiva de Iglesia y Estado y la prohibición expresa de subvencionar cualquier culto. También exigía la sanción civil de los matrimonios, nacimientos y defunciones y se declaraban abolidos los títulos nobiliarios. Se establecía y regulaba con bastante amplitud el derecho de asociación.

El proyecto de Constitución de 1873 no llegó a aprobarse debido a la oposición de  los siete diputados constitucionales (resultado de la unión  de progresistas  de Sagasta+ Unión Liberal), de los tres alfonsinos, los dos republicanos unitarios y otros grupos minoritarios pero sobre todo, de los federales intransigentes. 


El 30 de junio de 1873 Pí i Margall  pidió poderes extraordinarios a las Cortes para hacer frente a los carlistas en las provincias vascas, Navarra y Cataluña. A pesar de la oposición de los intransigentes, que acusaban a Pi de intentar imponer una tiranía, las Cortes otorgaron poderes extraordinarios al presidente y este procedió a movilizar las quintas y a los reservistas.
En respuesta, los intransigentes abandonaron las Cortes el día 1 de julio. Abandonada la política parlamentaria iniciaron la acción revolucionaria que pretendían dirigir desde un Comité de Salvación Pública situado en Madrid pero que en la práctica nunca logró dirigir ni coordinar a las juntas revolucionarias que se fueron configurando en cada ciudad y en cada pueblo cuyo objetivo era "construir la República Federal de abajo a arriba", mediante pactos y acuerdos emanados y establecidos libremente entre cada cantón (unidad territorial mínima en que puede dividirse una país, suele coincidir con un municipio; habrá cantones que correspondan a regiones o provincias como Málaga y Valencia, otros a municipios como Sevilla, Algeciras, Tarifa o Alcoy).  Veamos algunos hitos de la REVOLUCIÓN CANTONAL

Caricatura de La Flaca 
Pi i Margall, desbordado por los federalistas intransigentes
  • El 30 de junio el ayuntamiento de Sevilla acuerda transformarse en "república social".
  • El 7 de julio, huelga revolucionaria en Alcoy (Alicante), la llamada Revolución del petróleo, protagonizada por miembros de la AIT. El 9 de julio Alcoy se declara república indepediente.
  • El 12 de julio se proclama el cantón Murciano, que pretende aglutinar toda la provincia pero ese mismo día se "independiza" Cartagena.
  • El 12 de julio el diputado federal murciano Antonio Gálvez, alias Antonete, proclama la independencia del catón de Cartagena, que consigue el control de la escuadra de guerra surta en su base naval con la que ataca con dos fragatas a las poblaciones vecinas como Almería o Alicante, consideradas "potencias extranjeras", para recaudar fondos.  El gobierno republicano de Pi i Margall declaró "pirata" a la flota cartagenera y una flota anglo-alemana terminó apresando a ambas fragatas cantonalistas.  El catón de Cartagena llegó a acuñar moneda propia.

Duro cartagenero 
El 17 de julio los ministros centristas (o moderados) retiran su apoyo al presidente Pi i Margall, acusándole de no tener autoridad para detener la revolución cantonalistas ya que los sublevados no hacían más poner en práctica la doctrina propagada por el propio Pi, que el día siguiente 18 de julio presenta su dimisión.

miércoles, 7 de febrero de 2018

I REPÚBLICA: Presidencia de Estanislao Figueras (febrero-junio 1873)

Estanislao Figueras,
presidente del Poder Ejecutivo de la República española

La Ilustración Española y Americana 16-02-1873
ESTANISLAO FIGUERAS fue el primer presidente del Poder Ejecutivo de la I República entre febrero y junio de 1873. 
  • PRIMER GOBIERNO (12 a 24 de febrero)
Estuvo formado por tres republicanos federales y cinco radicales demócratas. Durante este tiempo tuvo que afrontar graves problemas:
La Constitución monárquica de 1869 quedó en suspenso, sólo se aplicarían los artículos del Título 1 referentes a la salvaguarda de los derechos individuales.
Peligro de disolución del Ejército: El Cuerpo de Artillería había sido disuelto durante los últimos días del reinado de Amadeo I. La proclamación de la República fue entendida en algunas regiones, sobre todo Andalucía y Barcelona, como el inicio de una revolución en la que por fin se daría cumplimiento a la vieja aspiración de la supresión de las quintas. Ante esta situación, el Ejército difícilmente podía hacer frente a la Tercera Guerra Carlista, la Guerra de Cuba y a mantener el orden frente a los elementos más revolucionarios.
Actitud revolucionarias de los republicanos federales: Ya hemos dicho que en Barcelona y zonas de Levante y Andalucía la proclamación de la República se entendía como el inicio de una nueva fase de la revolución. El 12 de febrero la diputación de Barcelona proclamó "el Estado catalán dentro de la República federal española". En muchas ciudades volvieron a formarse juntas revolucionarias y batallones armados de milicianos que tomaron los ayuntamientos por la fuerza. En muchos casos, estos elementos republicanos revolucionarios se identificaban con los miembros de las asociaciones obreras de la AIT de ideología anarquista; en el caso de Andalucía, los campesinos pretendían recuperar las tierras comunales que les habían sido arrebatadas durante la desamortización del progresista Madoz.  
El encargado de tranquilizar a los republicanos más revolucionarios fue Ramón Pi i Margall, ministro de Gobernación. Su figura ejercía suficiente influencia sobre estos sectores ya que era el principal ideólogo de la República Federal que debía establecerse mediante pactos de abajo a arriba, desde las unidades menores (los cantones) hasta las mayores (las provincias) para constituir estados federados en la nueva República. De momento, gracias su prestigio y a la confianza que causaba ebtre los sectores más radicales, Pí i Margall logró aplacar y disolver las juntas revolucionarios. Además, para dar solución a las rincipales reivindicaciones revolucionarias, el gobierno de la República decretó el fin de las quintas y del servicio militar obligatorio, que pasó a ser voluntario: cada soldado cobraba una peseta diaria y un chusco. Además, se creó el cuerpo de los Voluntarios de la República (una Milicia Nacional que debía actuar en defensa del nuevo régimen); este cuerpo estaba mejor pagado que el Ejército; cada voluntario cobraba 50 pesetas al listarse y 2 pesetas diarias y un chusco.  
Diferencias entre ministros radicales y republicanos. La primeras crisis ministerial estalló sólo en 13 días debido a las posturas irreconciliables entre radicales (partidarios de una república unitaria) y republicanos (partidarios de la república federal) lo que supuso que Figueras presento¡ara su dimisión el 24 de febrero. 
  • INTENTO DE GOLPE DE ESTADO RADICAL

La dimisión de Figueuras fue aprovechada por Cristino Martos, líder de los radicales demócratas y presidente de la Asamblea Nacional, para tomar el poder por la fuerza y formar gobierno sólo con ministros de su propio partido. Para ello contó con la ayuda del gobernador civil de Madrid que puso a su disposición a efectivos de la Guardia Civil para tomas los ministerios y el Congreso de los Diputados, donde fue elegido por sus compañeros de partido como nuevo presidente.  Sin embargo, Pi i Margall supo actuar rápidamente y neutralizó el golpe al movilizar a los Voluntarios de la República. 
Caricatura de la revista satírica La Flaca del 3 de marzo de 1873 sobre la pugna entre los radicales, que defienden la república unitaria, y los republicanos federales que defienden la federal. Y también sobre la pugna entre los federales «transigentes» e «intransigentes»
  • SEGUNDO GABINETE DE FIGUERAS y DISOLUCIÓN DE LA ASAMBLEA NACIONAL

Desactivado el golpe de los radicales, Figueras formó un segundo gobierno con ministros exclusivamente republicanos y acordó disolver la Asamblea Nacional, donde los radicales eran mayoría, lo que provocó un segundo intento de Cristino Martos de derribar el gobierno de Figueras haciendo que la mayoría radical de la Asamblea votara la formación de un gobierno exclusivamente radical que estaría presidido por Nicolás Rivero, para lo que contaba con el apoyo del general Serrano y de los constitucionales. Sin embargo, el 8 de marzo, día de la votación, los radicales demócratas más cercanos a los republicanos decantaron la mayoría parlamentaria a favor de la disolución de la Asamblea y forzaron la dimisión del propio Martos.  Un hecho determinante en la posición tomada por los radicales seguidores de Nicolás Rivero a favor de los republicanos  fue que el mismo día los republicanos intransigentes de Barcelona había vuelto a proclamar el Estado catalán, lo que les hizo pensar que sólo la colaboración parlamentaria con los republicanos y o la confrontación con éstos conjuraría la revolución y a una posible guerra civil (otra más junto a la carlista).
Disuelta la Asamblea Nacional se constituyó una comisión permanente compuesta por 12 diputados radicales (8 de la facción de Cristinos Martos y 4 de la facción de Nicolás Rivero), 5 republicanos federales, 2 alfonsinos y 1 diputado constitucional. La Comisión permanente asumía contros del poder ejecutivo hasta que el  el 22 de marzo se reunieran unas Cortes Constituyentes.
El gobierno de Figueras tuvo que aplacar de nuevo a los republicanos intransigentes de Barcelona, lo que se consiguió de nuevo gracias a las gestiones de Pi y Margall y al viaje que el propio Figueras hizo a la capital catalana el día 12 de marzo, tras lo cual retiraron al proclamación del Estado catalán.
  • NUEVO INTENTO DE GOLPE RADICAL Y DISOLUCIÓN DE LA COMISIÓN PERMANENTE

El 23 de abril los radicales intentaron de nuevo derribar por la fuerza a Figueras y a su gobierno. Para ello, contaron con la ayuda militares monárquicos como el almirante Topete y el general Pavía, capitán general de Madrid, así como con el apoyo de políticos del partido constitucional como Sagasta. El objetivo era formar un nuevo gobierno cuya "influencia moral" (es decir, su capacidad de manipulación) decantara  los resultados de las elecciones a Cortes de Constituyentes a favor de una mayoría contraria a la República. Los conspiradores concentraron en la Plaza de Toros a los Voluntarios de la Libertad (adictos a los constitucionales de Serrano y Sagasta) para dirigirse al Congreso y a los ministerios pero de nuevo Pi y Margall supo adelantarse a los acontecimientos: depuso al general Pavía y nombró en su lugar a un militar republicano, el general Hidalgo, y mandó los batallones de los Voluntarios de la República, que se impusieron rápidamente. Después, los propios diputados y ministros republicanos tuvieron que ayudar a los diputados radicales de la comisión permanente a salir del Congreso de los Diputados donde los había rodeado la turbamulta republicana. Serrano, Cristino Martos y otros conspiradores tuvieron que exiliarse. 
Como reacción al intento de golpe radical, el 24 de abril Pi i Margall disolvió la comisión permanente de la Asamblea Nacional y el gobierno de Figueras pasó a gobernar sin oposición de ningún tipo , lo que no sólo los constitucionales y radicales sino incluso republicanos como Castelar y Salmeron consideraron una irregularidad y una situación de virtual dictadura.
  •  ELECCIONES y CORTES CONSTITUYENTES (mayo-junio de 1873)

Fueron convocadas por una ley de 11 de marzo que rebajó la edad para votar a los 21 años, pensando quizá que el voto joven sería mayoritarimente republicano.Molestos con la disolución de la comisión permanente, Las fuerzas políticas monárquicas y los radicales optaron pro el retraimiento y no participaron ni en la campaña electoral ni en los comicios. Se votó durante los días 10 a 13 de mayo, registrándose un 60% de abstención; se consideran con son las elecciones con más baja participación de la historia de España, aunque libres de sospecha de manipulación. En Cataluña, importante foco republicano, no votó más del 25% del electorado, en Madrid no superó el 28% con el siguiente resultado:


Las Cortes se reunieron pro primera vez el 1 de junio y el día 8 se proclamó formalmente al República Federal por una mayoría parlamentaria aplastante que sin embargo no se correspondía con la mayoría del sentir de la los españoles, ya que la representatividad de esas cortes estaba en duda debida a la altísima abstención registrada. Además, aunque los republicanos estaban de acuerdo en la forma federal de la República, no se ponían de acuerdo en como debía articularse ésta, pudiendo distinguirse al menos tres posturas diferentes:
  1. Los intransigentes. Era el sector más radical y revolucionario, unos 60 diputados que pretendían que las Cortes se constituyesen en Convención (que asumiera todos los poderes del Estado) y que la República se construyese de "abajo a arriba" , desde los cantones a los Estados, y que se realizaran reformas sociales y económicas cercanas a las que propugnaban las asociaciones de la AIT.
  2. Los centristas: Una minoría liderada por Ramón Pi y Margall, su objetivo el mismo que el de los intransigentes pero "desde arriba a abajo", es decir, eran partidarios de un proceso dirigido por el gobierno y que debía tener el primer paso en la elaboración de una nueva Constitución Federal.
  3. Los moderados: Liderados por Nicolás Salmerón y Emilio Castelar, coincidían con los centristas en que la iniciativa de las reformas competía a las Cortes y al gobierno una vez que se aprobara la Constitución y rechazaban la actitud revolucionaria de los intransigentes. Aceptaban la decisión de la mayoría parlamentaria pero preferían una república unitaria, su modelo sería la República Francesa,  a una república federal. Castelar ara además partidario de integrar en el sistema a los radicales y a constitucionalistas.   
  • NUEVO GOBIERNO Y DIMISIÓN DE FIGUERAS 

Figueras fue encargado las nuevas Cores de formar gobierno pero sospechó de que se estaba preparando un golpe revolucionario por parte de militares relacionados con el sector intransigente, sospechas que crecieron cuando recibió la negativa de Pi i Margall a integrarse en su gabinete. El 10 de junio dejó escrita su dimisión en su despacho y huyó a Francia. El intento de  golpe por parte de los intransigentes se produjo al día siguiente cuando los Voluntarios de la República y el general Contreras rodearon el Congreso de los Diputados. Para aplacar sus ánimos se pensó en nombrar al centrista Pi i Margall, como nuevo presidente.  

martes, 6 de febrero de 2018

PROCLAMACIÓN DE LA PRIMERA REPÚBLICA (11 de febrero de 1873)



Amadeo I abdicó el lunes 11 de febrero de 1873. El mismo día se propagó la noticia a través del diario conservador vespertino La Correspondencia de España así que, antes de que las Cortes recibieran la notificación oficial, los distintos grupos políticos comenzaron a agitarse:

Los republicanos federales comenzaron a manifestarse en las calles y rodearon el palacio de las Cortes pidiendo la proclamación de la República e incluso amenazando con la insurrección armada. Desde Barcelona llegaban telegramas  dirigidos a los diputados republicanos y demócratas de Madrid en el mismo sentido.

El gobierno del partido radical se dividió: Ruiz Zorrilla y los ministros de procedencia progresista pretendían esperar a que las Cortes recibieran la notificaciónoficial de la abdicación  para  suspender inmediatamente las sesiones de las Cortes, constituirse en gobierno provisional  y organizar un referendum o consulta al país sobre la forma de gobierno, pretendían así tomar las riendas de la situación y evitar la inmediata proclamación de la República. 


Por otra parte, los ministros de procedencia demócrata como Cristino Martos y Nicolás Rivero (presidente del Congreso de los Diputados) pretendían reunir al Congreso y al Senado en Convención para que esta decidiera la forma de gobierno, lo que en la práctica suponía la inmediata proclamación de la República ya que republicanos y demócratas radicales sumaban mayoría entre ambas cámaras.

Los diputados republicanos apoyaron la postura de los radicales demócratas y a propuesta de Estanislao Figueras las Cortes se constituyeron en Convención (en sesión permanente conjunta de Congreso y Senado). Por fin a las tres de la tarde se leyó el comunicado oficial de la renuncia de Amadeo I por lo que la Convención se transformaba en Asamblea Nacional y se consideraba legitimada para asumir todos los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo, Judicial)  y procedía a proclamar la República por 258 votos a favor y 32 votos en contra. 

Tras un descanso de tres horas, volvió a reunirse la Asamblea Nacional para nombrar un Presidente del Poder Ejecutivo, cargo que recayó en Estanislao Figueras, quien formó gobierno con cinco ministros radicales demócratas y tres republicanos federales