domingo, 20 de marzo de 2011

1939-1945 LA POSTGUERRA. La oposición al régimen

Paralelamente a la institucionalización del nuevo Estado franquista, se emprendió la represión de todos los que habían participado activamente en el Frente Popular o en el bando republicano durante la guerra. El primer paso fue expulsar de la administración, la Universidad y de las empresas del Estado a todo elemento tachado como marxista, anarquista, republicano e incluso liberal. La represión se institucionalizó mediante la Ley de represión contra la Masonería y el Comunismo. Se estiman en unas 30.000 el número de ejecuciones, en unos 300.000 el número de presos políticos, de ellos unos 7.000 maestros, y en otros 300.000 el número de exiliados.


El desmantelamiento de los cuadros dirigentes de los partidos republicanos y marxistas hizo ineficaz la oposición al régimen. Solamente tuvieron cierta importancia las guerrillas o maquis que habían permanecido desde el final de la guerra y que dirigidas por anarquistas y comunistas se limitaron a labores de sabotaje y a hostigar a las fuerzas del orden las regiones montañosas más recónditas. Coincidiendo con el avance de los aliados, a partir de 1944 tuvieron la esperanza de que tras la derrota del Eje la guerra continuara en España, de hecho había importantes contingentes de republicanos, anarquistas y comunistas luchando en los ejércitos aliados y la resistencia francesa a la espera de este suceso. Ese año el PCE intentó que un contingente guerrillero iniciara la invasión de España desde Francia a través del Valle de Arán con la esperanza de que se produjera un levantamiento generalizado, pero resultó un fracasó. De hecho, las potencias aliadas habían decidido ya para esa época aislar al régimen de Franco pero no derrocarlo ya que podía servirles en su futuro enfrentamiento con la URSS. Sin apoyo exterior, las guerrillas fueron poco a poco declinando o cayendo en los enfrentamientos con la Guardia Civil y finalmente en 1948 el PCE renunció a la táctica guerrillera.